domingo, 20 de noviembre de 2011

EN BUSCA DEL VOTO INDECISO

Si yo fuera candidato en unas elecciones pediría públicamente que no me votaran. Estoy hablando del voto de aquellos ciudadanos que todavía no tienen claras sus preferencias, los indecisos. El voto del indeciso es muy volátil, puede cambiar al menor contratiempo, como por ejemplo cuando su equipo de fútbol no reciba dinero público para cubrir la tribuna de preferencia. Su indecisión no surge en el momento de ir a votar: el indeciso lo es desde la última vez que se acercó a una urna. Tiene claro que su voto será para un lado o para el otro, dependiendo del mensaje más próximo a sus intereses.
Me resulta chocante que un partido autoproclamado de izquierdas esté solicitando ese tipo de voto. El indeciso es un ciudadano anodino, templado -es decir, ni frio ni caliente-, de esos que cuando los ves subir por una escalera no sabes si está bajando. Es el clásico apolítico, apartidista, sin compromiso, sin convicción alguna. Siempre que hablo de esta "fauna" me viene a la memoria aquel pasaje del Nuevo Testamento, en el que Jesucristo decía algo así como que los tibios le daban asco. Suelen aparcar por el centro político, pueden ser de derechas o reformistas, da lo mismo; hoy estan a favor de la reinserción de los presos y mañana apoyan la pena de muerte, dependiendo de en qué orilla del río se encuentren en ese momento.
Esa falta de formación ciudadana, esa falta de compromiso con la sociedad, es la que propicia el mercantilismo de la política. Hoy los grandes partidos gastan un montón de dinero en marketing, y la propaganda es la que muchas veces inclina la balanza hacia uno u otro lado. Estamos viendo cómo las opciones minoritarias son barridas de la vida política por falta de recursos, cómo sus programas no llegan al ciudadano, provocando que se consagre el bipartidismo alimentado por ese centro político sin ideario alguno.
Una de las peticiones mas oidas en las manifestaciones promovidas por el movimiento 15M es la que se refiere a la reforma de la ley electoral: "No nos representan". Esta es una queja generalizada en toda sociedad democrática. El ciudadano ha hecho dejación de participar en la vida pública, dejándolo todo en manos de los mercantilistas, de los técnicos en propaganda. El programa de un partido político se vende como cualquier producto, está hecho para ese individuo anodino, individualista, incapaz de pensar y reflexionar, sin formación ciudadana, abierto a todo tipo de mensaje mediático.
Espero que después del 20-N alguien del PSOE ponga fin a este espéctaculo mediático y ponga rumbo hacia una reforma profunda de la ley que hace partícipe al ciudadano en las instituciones. La travesía por el desierto va a ser larga y dolorosa, pero en ese tiempo todos tenemos que aprender una lección: la defensa de la vida pública es un deber de todos. Y si no le dedicamos un tiempo, alguien nos va a quitar el honor de ser ciudadanos.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

LA QUE SE NOS VIENE ENCIMA

Alguien pensará al ver el titulo que ya están aqui los negacionistas, los aguafiestas y los sectarios. No pretendo deslegitimar la victoria en las hurnas de los PoPulares, al contrario, quiero empezar a describir las reformas con las que nos vamos a encontrar a partir del 20N, fecha maldita donde las haya y que para un idiota, es una fecha como otra cualquiera.
Debemos tener presente en cualquier análisis que España pertenece a una organización, la UE, a la que, queramos o no, pertenecemos voluntariamente.
De lo anteriormente dicho se desprende que lo del parlamento español es pura economía doméstica, es decir, de andar por casa. La bondad o la maldad de las medidas que se tomen en Europa, -siempre dependerá del equilibrio de fuerzas en ese parlamento-, nos marcarán las grandes lineas que debemos respetar, si no queremos ser sancionados. Las directrices y mandatos en estos momentos, y parece que para seguir, son conservadores, aunque el Sr. ZP nos las quiera vender como algo progresista.
De las minucias que quedan para nuestras cortes constituyentes, y visto el panorama que nos espera despues del 20N , el rodillo conservador, tiene previsto en su plan ambiguo y nada concreto: derogar ciertas leyes que molestan a la iglesia (aborto, matrimonio gay, crucifijos en las escuelas,...), recuperar todo el poder en los órganos de la judicatura (poder judicial y tribunal constitucional), continuar y profundizar en la reforma del mercado laboral, etc.
Con estos tres apartados puestos al dia, se espera que el dinero vuelva a aparecer -retornando de los escondrijos fiscales-, y se espera que el sector financiero siga funcionando como hasta ahora, sin regulación y sin control alguno de las instituciones .
No voy a desarrollar un análisis profundo de los tres bloques, pero sí me voy a parar en el de la reforma del mercado de trabajo. Es el que más conozco y el que más me ha tocado sufrir. Para facilitar su comprensión y hacerlo mas entendible, voy a enumerar algunas de las medidas que se van a tomar en el primer trimestre del mandato del nuevo gabinete.
*aprobación de los presupuestos del Estado para el año 2012, con el fin de poder justificar los recortes y privatizaciones en la sanidad y la educación.
* apertura de una mesa de negociación con los agentes sociales para abrir la espita del contrato individual y único, destierro de la negociación colectiva, eliminación de los jueces o magistrados en los conflictos colectivos, abaratamiento de los despidos, altas y bajas por enfermedad y accidente en manos de las mutuas -acuérdense del decretazo de Aznar, rechazado en parte por la huelga general-, descuelgue de las empresas de los convenios de ámbito superior y, por último, incremento salarial en función de la productividad.
*eliminación del estatus de funcionario

Sin oposición -la izquierda necesita un revolcón como éste para que salga de su letargo-, con unos sindicatos burocratizados y fuera de la realidad, los empresarios van a lograr de un plumazo lo que llevan años reclamando: un mercado de trabajo ajustado a la altura de los países emergentes.
España, Portugal y Grecia van a ser los centros de ensayo para la aplicación de las medidas más conservadoras en cuanto a las relaciones laborales entre empresa y trabajador desde la salida de la dictadura. El PSOE lo ha hecho perfecto, ha sido el que ha iniciado la reforma, -no se ha atrevido a dar el paso por miedo a la pérdida de votos-, pero ha abierto la puerta para continuar profundizando .
La desaparición de la negociación colectiva, la eliminación de los jueces para resolver conflictos, el contrato individual, son medidas que nos retrotraen a tiempos de la dictadura, -digo yo, mucho más atras, a tiempos de esclavitud, sin látigo, pero esclavitud-. Uds. se pueden imaginar un joven firmando un contrato laboral donde solamente figura su derecho a un salario y el deber de cumplir un horario y una productividad sin más amparo que la sumisión y el silencio...? Se imaginan un trabajador con una enfermedad de las denominadas raras, y la mutua diciendo que no le da la baja...? o a otro trabajador que después de un accidente en el trabajo, la recuperación la haga en la propia fábrica, porque la mutua decida darle de alta?
Qué función desarrollarán los sindicatos? Pasarán a ser asesores de los empresarios o del gobierno, en cómo poder integrar al trabajador en los objetivos de la empresa.
No estoy hablando de algo irreal, algo de ciencia ficción, estoy hablando de algo que va a suceder nada más terminar este escrito.
Como dice mi compañera, esto sucede para que saquemos a la luz lo mejor que llevamos dentro.