Según el nuevo ministro de justicia "la mujer se ve abocada al aborto por las presiones a que está sometida". Entre las presiones que el ministro reconoce está: la laboral y la económica, sin embargo se olvida, no sé si de forma intencionada, de la presión física a la que se ve sometida una mujer/niña cuando es violada. Este ministro "progresista", no ha querido alarmar a la gran mayoría de sus votantes sobre la posibilidad que tienen las mujeres de abortar cuando son violadas. Este último resquicio de la ley es lo que no quiere airear para no espantar a los integrantes de su secta.
Si por el ministro fuera, todo ser engendrado debería venir a este mundo, la mujer puede quedar embarazada contra su voluntad, es decir sin derecho alguno de ser resarcida, y además debe tener un hijo en contra de su voluntad, es decir, la mujer es un ser sin derecho alguno, no tiene capacidad de decidir sobre cuándo quiere tener un hijo, ni la ley le permite interrumpir su embarazo, por lo que se convierte en algunos casos en un mamífero de la selva.
Sr Ministro: el derecho al aborto y el derecho a la vida son dos derechos fundamentales en cualquier sociedad civilizada. El derecho de la mujer a decidir libremente sobre su cuerpo no puede quedar cercenado por el derecho a la vida del ser que ha sido engendrado contra su voluntad. Ninguno de estos dos derechos, el derecho a no ser penalizada por practicar un aborto en los plazos establecidos y el derecho a una vida digna, deben supeditarse uno al otro.
Un aborto es una agresión a la mujer, y por lo tanto indeseable. Lo que se exige a los gobernantes es que se respete la libertad de la mujer a decidir su embarazo. Nadie puede anteponer el derecho a la vida de un ser engendrado con violencia al derecho de una mujer a decidir sobre su maternidad. La ley no debe estar supeditada a credos ni religiones, a intereses o voluntades, la ley es la que emana del pueblo y usted, Sr. ministro, ha claudicado ante la farsa de los que aspiran a seguir impartiendo la caridad.
Sr. Ministro: prohíba la píldora del día después; el condón; la píldora tradicional; el DIU y todo lo que evite un embarazo, entre en el consejo de administración de una línea aérea de bajo coste y a forrarse.