Todo el mundo se pregunta -en este caso soy más preciso- "¿a mi qué me importa que la banca esté endeudada hasta las cejas? ¿Qué pinta el gobierno en todo esto? ¿No son entidades privadas? ¿Acaso alguien le puso una pistola en el pecho al Sr. Botín para que se endeudara? ¿Dónde están los consejeros, accionistas, de estos bancos a la hora de rendir cuentas?". Hay tantas preguntas sin respuesta que prefiero reflexionar sobre lo que está sucediendo y lo que está por llegar.
Claro que nos importa saber con qué dinero y con qué aval van a hacer frente a las deudas, los bancos implicados. Está claro para los bancos alemanes, holandeses, franceses,... que prestaron sin control alguno, a los bancos españoles.... el Banco de España. Ellos y el Banco Central Europeo son los que están mezclando la deuda privada de nuestras empresas y la de nuestras familias con la deuda pública o del Estado.
El BCE presta dinero a la banca española al 0,25% de interés, para que éstos compren deuda pública española, donde el Estado español paga unos intereses del 6%. Aquí es donde se encuentra el gran negocio especulativo de toda la banca internacional. Cuanto más suba la prima de riesgo mayor negocio para la banca internacional. Vean que aquí se forran todos.
Separar la deuda privada de la deuda pública es lo que no se va a hacer, gobierne quien gobierne: tanto PP como PSOE están comprometidos con la gran banca, garantizando que no habrá salida del euro ni quitas ni corralitos.
Todo el dolor, el sufrimiento de los ciudadanos de los países más endeudados, se debe en una gran parte a la deuda contraída por las entidades financieras. El pago de intereses, deja sin recursos al Estado para hacer frente a la demanda de las empresas y familias, con lo que el país se paraliza.
¿Cómo se soluciona o se hubiera solucionado? Muy sencillo, con un banco público -eso sí, no gestionado por políticos-. Un banco público fuerte, con recursos, permitiría a las empresas mantener su ritmo de actividad, con lo que aumentarían las exportaciones, se crearía empleo y nuevas empresas. Algunos dirán "el cuento de la lechera", y yo les digo que se fijen en Suecia o en Inglaterra, que no tienen que depender del BCE.
Tanto la derecha conservadora, ultraliberal, como la socialdemocracia, conservadora y liberal, bien que se encargaron de desmantelar todo aquello que le estorbaba a lo privado, dejando al Estado, exclusivamente, para mantener a raya a los ciudadanos, convirtiéndolos en súbditos.
Lo dije hace tiempo, estamos ante un cambio de época, lo viejo se está muriendo y lo nuevo no ha nacido. Tenemos que estar atentos a las propuestas que nos hacen, no nos debemos fiar de nuestros representantes políticos mientras sigan comprometidos con la economía especulativa. Queremos políticos comprometidos con las necesidades de los ciudadanos que representan, sin ataduras, libres para decidir solidariamente.
A nosotros si que nos interesa saber, cuanto dinero de los contribuyentes se va a la banca privada y como lo vamos a recuperar con sus intereses. Eso si nos importa.