Quién no ha oído alguna vez decir "Mire, esto que estoy haciendo no me gusta, pero las circunstancias, obligan", les suena. Pues bien; ahora estamos descubriendo - en España y espero que en el resto de países desarrollados, esto sea cosas de irresponsables -, que los recortes en sanidad, educación, salarios, y derechos son responsabilidad de "las circunstancias" - por lo menos ya hemos descubierto quién es el culpable -. Esta excusa le sirve a todo el amplio espectro político que hay en nuestro parlamento, lo mismo te lo dice Rajoy que Mas, que Rubalcaba, que Cayo Lara: "Son las circunstancias lo que me impide subirle el sueldo, bajar los impuestos, abrir una nueva escuela...". Al principio de la crisis era Zapatero el que no se había enterado de lo que se nos venía encima. En la mitad de la crisis fue la herencia recibida y dentro de algunos años, será "la circunstancia" la que impida que el trabajador participe en la gestión de la empresa, -por poner un ejemplo-, o que los ancianos no se mueran en casa solos por no tener a nadie que les ayude.
Una vez descubierto el responsable de tanto drama, de tanto sufrimiento, ¿por qué no aplicarle un antídoto para que no se vuelva a reproducir? Muy sencillo, porque desaparecerían nuestros politicos. La circunstancia es una condición o excusa para no hacer aquello que va en contra de nuestros intereses. Es el individuo el que crea ese condicionante, para refugiarse tras de él y asi eludir su responsabilidad.
No hace falta ser un lince para saber que las circunstancias que hoy impiden "hacer lo que nos gustaría hacer", no es otra cosa que la corrupción. Hoy nuestros políticos en el poder -con algunas excepciones- medran gracias a su cargo, de forma lícita, eso sí, porque las leyes y recursos que existen en este país para defendernos de la corrupción se han quedado obsoletas y los recursos a nivel de un país subdesarrollado.
No es cierto que las "circunstancias" impidan hacer otro tipo de política, es todo lo contrario: son esas "circunstancias" las que están permitiendo que los ricos sean más ricos y los pobres estén en la hambruna.
Casi se me quema el arroz, quizás esté motivado por alguna circunstancia ajena a mi voluntad.