No cabe la menor duda, salvo a los
necios, que la medida más deseada por los empresarios es la reforma
que prepara el gobierno para dar potestad a las mutuas en las bajas y
altas por enfermedad del trabajador. Se trata de la última
característica que define claramente al esclavo del siglo XXI. Ya en
el mandato de Aznar se intentó, aunque una huelga general evitó en
parte tal iniciativa. Decimos ‘en parte’, porque de aquel
“decretazo” quedó la secuela de tener que acudir a una mutua si
la baja por enfermedad supera los dieciséis días. También quedó
la responsabilidad de las mutuas de dar bajas y altas en casos de
accidente.
Como excusa por parte de los
empresarios y gobierno para llevar a cabo esta reforma, estaría la
reducción del índice de absentismo.
Poner en manos de entidades privadas
datos confidenciales, como el tipo de enfermedad que padece un
trabajador, es anticonstitucional. Cualquier trabajador con una
enfermedad “rara” , degenerativa o grave, puede ser expulsado del
mundo laboral de forma discriminatoria.
Todos sabemos que las empresas y sus
dueños, lo único que miran es la rentabilidad. Nada les importan
las condiciones de salubridad del puesto de trabajo, condiciones que,
en algunos casos, causan ya enfermedad permanente.
Con la reforma laboral aprobada que
permite el despido libre y barato, el trabajador se ve sometido a
trabajar en condiciones, no de semiesclavitud, sino de esclavitud.
Solamente quedaría por aprobar el uso de la fuerza en caso de que el
trabajador opte por el abandono voluntario del puesto de trabajo.
¿Qué se espera de la clase política
que está en la oposición? Nada. Palabras y algún que otro
exabrupto. De los sindicatos, menos. Su única preocupación, y cito
palabras del Sr. TOXO (secretario general de CCOO), “ ahora que
empieza la recuperación, a ver si esa recuperación se plasma en los
convenios”. ¿ Se puede ser más idiota?.
Estamos asistiendo a la eliminación de
la clase trabajadora, se están eliminando derechos fundamentales ,
no se trata de mejoras salariales, o mejoras de horario, SE TRATA,
CON PALABRAS MAYÚSCULAS, DE ELIMINAR DE LA CARTA MAGNA UN DERECHO
TAN FUNDAMENTAL COMO EL DERECHO AL TRABAJO DIGNO. Todas las formas
de autodefensa que el ciudadano se ha dado, deben ser puestas en
activo con el fin de evitar tal atropello.